El piloto finlandés de Fórmula Uno Kimi Räikkönen (Ferrari), vigente campeón del mundo, se siente optimista después de su inapelable victoria en el Gran Premio de Malasia el pasado domingo, aunque prefiere mantener los pies en el suelo y advierte que el Mundial "será muy disputado".
Una vez superados los problemas mecánicos que sufrió la escudería Ferrari en Australia durante la primera prueba de la temporada, Räikkönen demostró que es el número uno y venció con autoridad, sacando 46 segundos de ventaja a su principal rival en la lucha por el título, el británico de McLaren Lewis Hamilton.
"Fue una victoria fácil. Me lo tomé con mucha calma y reservé el coche para la próxima carrera. Podía haber conducido mucho más rápido, pero no fue necesario", afirmó hoy Räikkönen en su propia página web.
El finlandés se mostró especialmente satisfecho con el rendimiento de su F2008: "Tenemos un coche ganador. Cuando todo funciona correctamente, tenemos la velocidad necesaria para ganar carreras", señaló.
Una vez superados los problemas mecánicos que sufrió la escudería Ferrari en Australia durante la primera prueba de la temporada, Räikkönen demostró que es el número uno y venció con autoridad, sacando 46 segundos de ventaja a su principal rival en la lucha por el título, el británico de McLaren Lewis Hamilton.
"Fue una victoria fácil. Me lo tomé con mucha calma y reservé el coche para la próxima carrera. Podía haber conducido mucho más rápido, pero no fue necesario", afirmó hoy Räikkönen en su propia página web.
El finlandés se mostró especialmente satisfecho con el rendimiento de su F2008: "Tenemos un coche ganador. Cuando todo funciona correctamente, tenemos la velocidad necesaria para ganar carreras", señaló.
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